Empiece como entrenador

Muchos líderes recurren a un entrenador tanto en el campo profesional como en el personal. Más que una moda pasajera, el coaching es una parte integral de la cultura y la forma en que opera una empresa. ¿Quién está detrás de este término que apareció en Europa en los años ochenta? Aquí en 4 puntos, el retrato que debemos tener de un entrenador.

Empiece como entrenador

El papel del entrenador

Primero volvamos a la definición de entrenador. Se le describe como un acompañante profesional, especializado en un campo, que permite al coachee profundizar sus conocimientos y mejorar su desempeño, con el fin de lograr sus objetivos en su vida profesional y / o personal. Hablamos así de un entrenador deportivo, en marketing, de vida … y uno de los más recientes … ¡entrenador de ortografía!

Su objetivo será, por ejemplo, hacerte escribir una carta, un curriculum vitae o un informe sin errores ortográficos. ¿En cuanto a tu objetivo? El de ser creíble ante un reclutador o en el contexto de intercambios entre compañeros.

Recuerda esta frase que resume el papel del entrenador: ayuda a los demás a aprender en lugar de darles las respuestas.

El perfil del entrenador

Convertirse en entrenador no se puede improvisar. Es una profesión que hace soñar a más de un ejecutivo en busca de la reconversión, por su independencia de acción y la riqueza de sus relaciones humanas.

Solo, un buen entrenador debe tener una experiencia sólida para compartir basada en un curso que debe ser variado. Su conocimiento será apreciado, debe ser capaz de manejar los problemas sin llevar al coachee a las áreas grises que él mismo puede conocer. Es por eso que un entrenador debe capacitarse regularmente. Además de la formación clásica, basada en las relaciones humanas y educativas, el entrenador debe sobre todo estar formado en comunicación, en estudios conductuales y en el conocimiento de las técnicas de regulación.

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Un buen entrenador asume el papel de facilitador durante sus sesiones. No enseña una lección, no es un maestro. En realidad, está ahí para enseñarle técnicas para lograr sus objetivos. Sin embargo, lo hace sobre la base de la comunicación (en grupo o individualmente). Se parte de sus necesidades y, en el contexto de discusiones y reflexiones, le abre el camino a la solución a adoptar.

Sus cualidades

¡Tener una experiencia diversificada y un know-how para compartir con los coachees no es suficiente para ser un buen entrenador! Es imprescindible poseer determinadas cualidades humanas para el ejercicio de esta profesión. Las principales cualidades a tener son las siguientes:

desapego : es importante aplicar un cierto desapego del campo de actividad del coachee, ¡que es menos evidente cuando también es tu campo preferido!

Escuchar : debes estar constantemente en modo de “escuchar” y mostrar empatía. Escuchar activamente te permitirá memorizar rápidamente la información que te será transmitida.

la actitud positiva : se traduce en confianza en ti y en tus coachees. Déjelos libres de expresión. Estas sesiones, que tú lideras, son un lugar de intercambio que les permite avanzar y mejorar. No los sujete a riesgo de que se cierren y dejen de comunicarse.

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Sea constructivo : céntrese en el objetivo que se quiere alcanzar y en los esfuerzos realizados para conseguirlo, en lugar de en los errores y fracasos. Tu audiencia te encontrará aún más profesional si los animas a seguir adelante.

Su red

Como te expliqué anteriormente, un entrenador debe tener una experiencia variada y un conocimiento sólido para compartir. Pero emprender esta actividad sin referencias no es fácil. Creer que su primer contrato se firmará con un extraño es, para un principiante, una ilusión.

¡Por eso es esencial crear una red! Si pero como ? A través de sus experiencias profesionales pasadas, ha establecido relaciones con colegas, superiores jerárquicos, clientes… De esta manera se crea su primera red; Empiece por sondear su libreta de direcciones. Estas personas han confiado en usted en el pasado, continuarán creyendo en usted y construirán su reputación y su credibilidad.

Comenzar como entrenador requiere serios activos tanto personales como profesionales, humanos y técnicos. Es una profesión muy rica en relaciones. Permite, gracias a su actitud positiva, hacer que el entorno laboral sea más agradable para vivir y, en consecuencia, mejorar el bienestar en el trabajo.