¿Cuál es tu primer instinto cuando quieres ir de viaje? Como la gran mayoría de los franceses, navega por Internet en busca de la estancia o destino ideal.
Pero en esta jungla, no es fácil navegar. Fue entonces cuando hizo su entrada el asesor de viajes y se convirtió en guía para los internautas. Puede que seas ese asesor de viajes.
¿Quién es el consejero de viajes?
Anteriormente, cuando queríamos regalarnos una escapada o una estancia, íbamos directamente a una agencia de viajes. Pero Internet ha alterado los hábitos y estos profesionales trabajan cada vez más desde casa.
Reserva de billetes o de coche, diseñando una estancia a medida, organizando un tour o un trekking, los servicios de un asesor de viajes son numerosos. Depende de él encontrar el pequeño hotel con encanto, la mejor relación calidad-precio y la excursión fuera de lo común.
Además, incluso si trabaja desde casa, el conocimiento de sus productos es una ventaja. Esto le permitirá asesorar mejor a sus clientes y diferenciarse de la competencia proporcionando un asesoramiento sólido y preciso. Porque de hecho, la competencia es dura y, sin esta pequeña cosa extra, la actividad puede tardar mucho en comenzar.
Finalmente, en este mercado competitivo, se recomienda especializarse. Estancias insólitas, precios bajos, vacaciones de lujo o viajes por la naturaleza, el campo de posibilidades es amplio.
Una actividad regulada
Antes de comenzar como asesor de viajes, asegúrese de cumplir con todas las obligaciones reglamentarias. Efectivamente, para vender viajes, es imperativo estar inscrito en los registros de agencias de viajes y otros operadores de venta de viajes y estancias. Esto es accesible desde la agencia de desarrollo turístico de Francia, Atout France.
Además, desde enero de 2016, ya no es útil demostrar aptitud profesional. Solo se requerirá un seguro de responsabilidad civil y una garantía financiera.
Consejero de viajes: ¿un trabajo para mí?
Para ejercer esta profesión, lo primero es amar los viajes y el turismo. Es de su conocimiento que sus clientes darán una primera opinión. Así que es mejor saber de qué estás hablando.
El sentido del contacto y la escucha también son fundamentales. Para vender bien, hay que saber escuchar a tu interlocutor e identificar sus expectativas. Y cuando se hace con una sonrisa, ¡es aún más apreciado!
Finalmente, se requiere rigor y sentido de organización. Organizar un viaje no es fácil, sobre todo cuando se trata de un viaje a medida o cuando el cliente tiene una petición concreta.
Guiado por sus deseos de alejarse de todo, solo tiene que buscar socios y conocer sus productos de adentro hacia afuera para convertirse a su vez en un asesor de viajes.
