Convertido en el tercer modo de distribución en Francia, la venta de lencería a domicilio está en auge. A los clientes les encanta y muchas marcas han optado por favorecer este canal para distribuir sus productos. Primer plano de este pujante sector.
¿Por qué funciona?
Cuando compras lencería, tienes que admitir que agradeces poder tomarte tu tiempo y que no se abran las cortinas del vestidor porque el próximo cliente se impacienta. Las ventas de lencería en las tiendas han perdido impulso por varias razones y las cifras de ventas han fluctuado algo. Las mujeres ahora quieren comprar en buenas condiciones, lejos del ajetreo, el bullicio y el estrés, y las ventas puerta a puerta parecen satisfacer sus deseos.
Así podrán descubrir las nuevas colecciones instaladas tranquilamente en su sofá o con sus novias, durante las reuniones o en catálogos especialmente diseñados para la venta directa. Es cierto que la ropa interior es parte de la privacidad de las mujeres y los proveedores de lencería para el hogar lo han entendido bien. Ahora es en un ambiente agradable y con el asesoramiento de un profesional que pueden divertirse con lencería nueva.
Para estar lo más cerca posible de los deseos de las mujeres, los proveedores de lencería para el hogar generalmente ofrecen 6 colecciones por año. Confían en la calidad y la exclusividad para vender sus productos.
Además, en el campo, la competencia es furiosa y marcas como Charlott ‘, Auriane, Lisa, Soft Paris o Allande comparten celosamente el mercado. Cada uno tiene su propio proveedor para diversificar las gamas y adaptarse a una clientela de estilos variados.
Vender lencería en casa: ¿un verdadero mercado o una moda pasajera?
Según las cifras publicadas periódicamente sobre el sector, el mercado de venta de lencería para el hogar es muy prometedor, situándose en el puesto de 3º canal de distribución en Francia. Los profesionales explican este boom por el hecho de que las mujeres están más deseosas de darse un capricho y promover una forma agradable de comprar. El boca a boca es la mejor arma para darse a conocer y ganar nuevos clientes, a pesar de que Internet atrae cada vez a más compradores potenciales.
Finalmente, si bien todos los días aparecen nuevos productos a la venta directa, pocos se resisten al paso del tiempo y a los efectos de la moda. La lencería, que siempre ha formado parte del día a día de las mujeres, no parece estar sujeta a este dictado de la moda y actúa como resistencia en el mercado de la venta a domicilio, como el famoso Tupperware.
Finalmente, frente a su mayor competidor, Internet, uno puede preguntarse qué medios podrían poner en marcha las ventas directas para resistir el aumento creciente de las ventas en línea y sus asombrosos precios.
