Cuando hablamos de teletrabajo, escuchamos a algunos decir que una ama de casa que trabaja desde casa es menos profesional que una mujer en una empresa. Piensan que es difícil combinar el trabajo desde casa con el cuidado de los niños. Es cierto que estas dos actividades requieren mucha energía y tiempo. Por lo tanto, es legítimo preguntarse si una madre que trabaja a distancia puede promocionarse como una verdadera profesional o no. ¿Cómo ser profesional cuando hay que hacer el trabajo con el pequeño de rodillas? ¿Y cómo hace que el cliente espere cuando busca sus bolígrafos flotando en la bañera de Barbie? Aquí hay algunas reglas simples que lo ayudarán a mejorar su imagen y administrar su tiempo.
1- Asegúrate de tu elección de vida.
Trabajar con niños puede conducir a situaciones únicas y, a menudo, divertidas … si sabe cómo apreciarlas. Cuando está en línea con un cliente y su hijo llega gritando «mamá, tengo hambre» una y otra vez, tiene dos opciones:
La primera solución es estar confundido, estresado y disculparse sonrojándose ante ese cliente. Si te reconoces en estos rasgos de carácter, es una señal de que un trabajo de empleado en una empresa seguramente sería más adecuado para tu carácter. Puede mantenerse concentrado en el trabajo y no tener que lidiar con todas las pequeñas preocupaciones de la vida cotidiana.
La segunda solución es reírse de ello y resolver la situación rápidamente. Si considera que estas pequeñas contingencias son situaciones únicas y está seguro de la calidad de su trabajo, el teletrabajo le traerá un inmenso placer. No te dejarás llevar por la risa de tus clientes y podrás compaginar la alegría de trabajar en tu actividad, con la de ver crecer a tus hijos cada día.
2- Establecer los horarios.
Defina claramente a qué hora comienza a trabajar y a qué hora se detiene. Estar disponible las 24 horas del día no es la clave del éxito. Hay una franja horaria durante el día en la que tienes que concentrarte en tus actividades laborales, mientras cuidas a tus hijos en segundo plano. Luego, al final del día, debe invertir sus prioridades para concentrarse en sus hijos. Para ayudarlo a cambiar de un modo a otro, puede inventar un ritual, como: cerrar la puerta de su oficina, ajustar la pantalla de su computadora o hacer una lista de las cosas que tendrá que hacer al día siguiente. También recuerde pegar un post-it en el refrigerador para que su familia sepa cuáles son sus horas de trabajo.
3- Definir reglas de llamadas telefónicas.
Planifique cuando llame a sus clientes. Cuando trabaja desde casa, sus clientes solo lo conocen a través de su teléfono. Así que elige el momento adecuado para hacer todas tus llamadas telefónicas. Por ejemplo, durante las siestas de los niños, o cuando están más tranquilos del día. Si el cliente lo está llamando, puede optar por no contestar de inmediato si el pequeño está gritando. Llámelo unos minutos más tarde cuando el estado de ánimo sea más favorable.
4- Establezca una zona de “no tocar”.
Esta área es, por ejemplo, su escritorio en el que se encuentran su computadora y una pila de documentos importantes. Los niños entienden rápido … si se lo explicas durante mucho tiempo. Evitará accidentes domésticos si utiliza objetos afilados como tijeras, y le permitirá trabajar más rápido si los niños no confunden sus documentos importantes.
5- Maneja tu concentración.
Haga las tareas más complicadas cuando sus hijos no estén o cuando estén durmiendo la siesta. Para ello haz un horario de tu día todas las mañanas antes de empezar a trabajar. En un día de 8 horas, a menudo hay solo una hora en la que necesitas estar realmente concentrado, el resto del tiempo haces tareas repetitivas.
6- Trabaja CON el horario de tu familia y no EN CONTRA.
Elija las horas en las que trabajará de acuerdo con el horario de su familia. Sería la peor idea obligar a su familia a adaptarse a su horario. La familia siente las tensiones muy rápidamente y les costaría entender que no te organizas para ser la mejor y más disponible madre (o padre) cuando ellos mismos están disponibles.
7- Utiliza metáforas.
No tiene sentido detallar su vida privada en sus relaciones laborales. En lugar de justificar por teléfono que tiene que estar ausente porque su hijo está prendiendo fuego a la alfombra, diga que tiene que «asistir a otra reunión». Otro ejemplo «Tan pronto como mi colega haya terminado de realizar su trabajo» significa de hecho «tan pronto como mi hija haya terminado con su CD-rom de Dora la Exploradora».
Estos consejos son simples y rápidamente acabará con los prejuicios sobre los padres que trabajan a distancia. Al final, ¿sus clientes realmente se resentirán con usted si hay algunos copos de maíz triturados entre dos páginas de su informe?
Recuerde, cuando sus hijos necesitan atención y afecto, es hora de evaluar sus prioridades y determinar cuánto tiempo puede dedicarles. Esta es una pregunta que todo padre debería hacerse porque no existe una fórmula mágica. La solución es difícil de encontrar cuando se trabaja desde casa, porque puedes dedicarte constantemente a tus hijos o a tu trabajo, y rápidamente caes en el exceso de uno u otro. Encuentra el equilibrio adecuado entre tus actividades profesionales y tu vida privada, esta será la clave de tu éxito.