Con 78 millones de euros liberados el año pasado, el crowdfunding es la forma de moda de reunir capital. Incluso si la financiación de un proyecto de esta manera va en aumento, ¿se ha convertido, sin embargo, en una forma de eludir a los bancos?
Crowdfunding: ¿cómo funciona?
En una plataforma de Internet dedicada, un líder de proyecto presenta su idea y define sus necesidades. Su objetivo es atraer ahorradores y hacer que quieran participar en la financiación de su actividad invirtiendo desde unas decenas hasta varios cientos, o incluso miles de euros. Las ventajas para el ahorrador son que saben exactamente dónde están poniendo su dinero y que pueden elegir un proyecto que coincida con sus gustos o valores.
Del lado de los líderes de proyectos, las cosas también son simples y, por lo tanto, pueden eludir los préstamos bancarios tradicionales con más o menos facilidad.
¿Todos pueden usar el crowdfunding?
La buena noticia es que todos los líderes de proyectos pueden recurrir al crowdfunding. Es preferible estar bien informado antes de enviar una solicitud de financiamiento en una plataforma, porque algunos son temáticos y más específicamente apuntan a una categoría de proyectos. Por lo tanto, una plataforma específica puede atraer más fácilmente a inversores apasionados.
¿Una alternativa al préstamo bancario?
Un ahorrador interesado en su proyecto puede participar en su financiación de tres formas:
1. La donación: El ahorrador entrega al líder del proyecto la cantidad que ha elegido sin que intervenga ninguna compensación económica. Es costumbre agradecer al participante ofreciéndole algo (objeto, producto, servicio) proporcional a su participación.
2. Participación patrimonial: El ahorrador, que es un partícipe de la empresa gracias a su participación económica, es retribuido con dividendos o incluso plusvalías si se venden las acciones.
3. Préstamos: Este tipo de préstamo entre particulares está sujeto a nueva normativa desde el 1 de octubre de 2014. Se encuentra en competencia directa con los préstamos que ofrecen los establecimientos bancarios. Según el decreto del 16 de septiembre de 2014, los préstamos sin intereses están limitados a 4.000 euros por ahorrador y por proyecto, mientras que los que tienen intereses están limitados a 1.000 euros. Su duración está limitada a 7 años y el líder del proyecto no puede pedir prestado más de 1 millón de euros por proyecto. ¡Una suma ya ordenada!
Crowdfunding, ¿una herramienta sencilla?
No creas que todo es fácil cuando se trata de crowdfunding porque las reglas son estrictas y muchas veces similares a las regulaciones bancarias. Se realizan ciertos controles para prevenir, entre otras cosas, el blanqueo de capitales, el terrorismo o inversiones demasiado riesgosas.
En cuanto al coste del crowdfunding, conviene comprobarlo antes de enviar su proyecto a una plataforma. De hecho, existe un sistema de comisiones establecido por ellos que, lamentablemente, no funcionan de forma gratuita. Varían entre el 5 y el 12% de la cantidad recaudada, lo que puede aumentar rápidamente en términos de números.
Considerado como una alternativa seria a los préstamos bancarios, el crowdfunding no debe tomarse a la ligera. Aparentemente fácil, sin embargo, cumple con reglas precisas para darse a conocer bajo pena de grandes decepciones.