Creativo, armado con un buen trazo de lápiz y un agudo espíritu infantil, un joven ilustrador convierte en imágenes los libros para niños. Obtenga más información sobre esta actividad y las habilidades necesarias para comenzar.
¿Qué misiones para un ilustrador juvenil?
Acunado por la literatura infantil, su principal herramienta de trabajo son los lápices y marcadores de colores bien afilados. Con, imagina imágenes a partir de textos y especificaciones proporcionadas por su cliente.
Pero no puede hacer lo que quiere. El ilustrador debe cumplir con las limitaciones que se le han impuesto, como la naturaleza de la obra, la edad de los lectores, la carta gráfica, etc. Estos también están vinculados a la organización del trabajo, porque la fecha de entrega y la retribución las define el cliente.
Además, para realizar sus dibujos, el joven ilustrador debe primero apropiarse del texto y realizar una investigación documental. Es entonces desde su imaginación y su creatividad que dará vida al libro y transmitirá un mensaje.
¿Qué habilidades?
La primera cualidad de un ilustrador joven es su sentido artístico. Más allá de la creatividad, tendrá que encontrar un estilo que la distinga de sus competidores.
Pero para poder mostrar su firma, se necesitan conocimientos técnicos en dibujo, colorimetría y software de gráficos. Este dominio le permitirá adaptarse a diferentes medios y tener un estilo tanto personal como profesional.
Finalmente, los ilustradores jóvenes son esencialmente independientes. Por tanto, el espíritu emprendedor le será de gran utilidad. Con su portafolio bajo el brazo, se acercará a editoriales y directores artísticos para buscar nuevos contratos.
Compensación variable
Incluso si es posible un puesto en la prensa, la publicidad o la publicación, el ilustrador joven es en su mayoría autónomo. Por tanto, es difícil dar un rango salarial, porque varía según su reputación y el número de sus pedidos.